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Antes del crack ese puente ya era el centro de un paisaje apocalíptico, como son casi todas las ciudades, un hundimiento en marcha, se caen los detalles, el óxido que nos lleva. Una bomba biológica, lamentablemente», tal y como la ha calificado el profesor Fabiano Di Marco, jefe de Neumología del hospital Papa Giovanni XXIII de Bérgamo. La función del Estado y sus beneficiarios líderes es proveer de temas de conversación interesantes (y pagar la deuda). He estado recorriendo ese puente en Google Street, esa ciudad. Pantallazos de Google Street de ese puente que se ha venido abajo. Ese puente, de 8,7 kilómetros sobre el mar, sufrió la embestida de un petrolero a la deriva en 1964, el Esso Maracaibo, que impactó de lado contra dos pilonas y las derribó.

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